Referencia original: Department of Health, Physical Activity, Health Improvement and Protection. Start Active, Stay Active: A report on physical activity for health from the four home countries’ Chief Medical Officers. [Internet] (2011). [consultado el 16 agosto de 2011]. Disponible en:
http://www.dh.gov.uk/prod_consum_dh/groups/dh_digitalassets/documents/digitalasset/dh_128210.pdf
A medida que pasa el tiempo se acumulan evidencias que van delimitando y detallando aspectos concretos de cómo la actividad física (AF) mejora parámetros de salud. Actualmente no hay duda de que existe buena evidencia (asociación fuerte) de que la AF regular es beneficiosa para la salud, lo cual está bien demostrado para diversas entidades crónicas como enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, cáncer, obesidad, problemas de salud mental y musculoesqueléticos, aparte de beneficios a los sistemas de salud y sociales. También hay buena evidencia de que el sedentarismo es un factor de riesgo independiente asociado a sobrepeso, diabetes tipo 2, alteraciones metabólicas y cáncer.
Pero por otra parte no hay suficiente evidencia para recomendar tipos o cantidades específicas de AF para las diversas condiciones de salud: así por ejemplo se sabe que la actividad vigorosa, con fuerza muscular, tiene efectos beneficiosos para la formación ósea, metabolismo de la glucosa y presión arterial, pero en otras condiciones no se puede precisar bien ni el tipo ni la cantidad de ejercicio necesarios, así, la cantidad de ejercicio adecuada para prevenir cáncer puede ser diferente de la necesaria para la prevención de enfermedades cardiovasculares y además hay variaciones interpersonales.
La “cantidad y tipo” de actividad física idónea para aportar beneficios para la salud, es una cuestión con constantes cambios e interrogantes, ya que su estudio es complejo y además hay dificultades para hacer recomendaciones adaptadas a los diferentes grupos de edad.
Los autores de la guía “Start Active, Stay Active” tratan de hacer un documento de consenso para profesionales (Reino Unido), orientado a recomendar la cantidad y tipo de actividad física que origine beneficios para la salud y adaptada a la edad.
Recomendaciones y evidencias de 0-5 años
1- La AF debe alentarse ya desde el nacimiento por medio de juegos en el suelo o acuáticos. El nivel de evidencia se apoya sólo en opinión de expertos.
2- Preescolares que saben andar: se recomienda estar físicamente activos al menos 3 horas al día. En estas edades es más importante el tipo de AF que la intensidad, así que se recomiendan al menos 180 minutos de actividad ligera y enérgica de cualquier intensidad (los autores aportan AF apropiadas de 0-5 años y ejemplos de conductas sedentarias).
En general hay pocos estudios (casi todos observacionales) para demostrar los beneficios de la AF y las cantidades apropiadas; el nivel de evidencia se basa en opinión de expertos excepto para AF en la obesidad.
3- Minimizar sedentarismo: aunque hacen falta más estudios que demuestren las consecuencias negativas específicas de la salud asociadas a conductas sedentarias, sí está demostrado el sedentarismo como factor de riesgo independiente de la AF para la salud.
Recomendaciones y evidencias de 5-18 años
1- Actividad física moderada-intensa al menos 60 minutos al día. Una cantidad o intensidad de AF menor que la recomendada como mínima también podría ser beneficiosa en niños inactivos. Hay pocos estudios con AF ligera, y por tanto no se incluye en las recomendaciones pero podría ser beneficiosa al disminuir la conducta sedentaria. En niños con sobrepeso la AF recomendada puede ser beneficiosa incluso sin pérdida ponderal. Los autores incluyen tablas con tipos de actividad estructurada o no estructurada (en niños menores fundamentalmente con el juego).
El nivel de evidencia de la recomendación en cuanto a la intensidad de la AF se basa en estudios observacionales (nivel de AF y beneficios para la salud) y experimentales (ejercicio y mejora de parámetros de salud).
La recomendación de la cantidad mínima (60 minutos) se hace en base a estudios que muestran asociación dosis-respuesta: en general existen evidencias demostrando una asociación fuerte en estudios observacionales y experimentales con dosis respuesta de AF regular y efectos beneficiosos cardiovasculares, metabolismo de la glucosa, control de sobrepeso y obesidad, formación osteomuscular y beneficios psicológicos.
La distribución diaria es una evidencia solo basada en opinión de expertos.
2- Actividad física vigorosa con ejercicios de fuerza muscular al menos 3 días en semana: la evidencia se basa en estudios que demuestran una asociación entre AF vigorosa con mejorías en parámetros de salud, concretamente en formación ósea y parámetros metabólicos.
La recomendación con respecto a la cantidad semanal se hace solo basada en opinión de expertos ya que no hay evidencias de duración específicas.
3- Minimizar sedentarismo: la recomendación se sustenta en la asociación demostrada del sedentarismo como factor de riesgo independiente asociado a sobrepeso y alteraciones metabólicas, pero hay insuficiente evidencia para cuantificar las conductas sedentarias.
COMENTARIOS
Desde que la AAP (1) (Pediatrics. Organized sports for children and preadolescents) señaló que “es razonable una recomendación de 15-20 minutos de actividad estructurada combinada con 30 minutos de juego libre”, se han aportado nuevas evidencias que han dado a esta recomendación perspectivas más actuales.
En una revisión de 26 estudios (2) se recomienda que se pase de 20 a “60 minutos al día, 3-5 veces en semana de actividad moderada-intensa”, coincidiendo con algunos estudios anteriores (3,4).
En 2005 (5) en una revisión sistemática se recomienda que “los jóvenes en edad escolar realicen diariamente, durante 60 minutos o más, una actividad física moderada o intensa”, adecuada a su desarrollo.
En 2006, el Council on Sports Medicine and Fitness and Council on School Health (6) recomienda lo mismo: “al menos 60 minutos al día de actividad moderada o intensa” y apoyan The PLAY (Promoting Lifestyle Activity for Youth) programa que propone “30 a 60 minutos de actividad física moderada-intensa diariamente”.
La Guía interministerial sobre actividad física y salud en la infancia y adolescencia (7) subraya que si bien existen dudas sobre la cantidad mínima y optima de AF para obtener beneficios para la salud, la relación entre salud y ejercicio es directa con una curva parabólica: “a más ejercicio, más salud”, así que recomiendan: “al menos 60 minutos de actividad moderada-intensa todos los días”.
El grupo PREVINFAD/PAPPS, recomienda: “la realización de al menos 30 a 60 minutos de actividad física de intensidad moderada a intensa, preferiblemente todos los días de la semana, aunque en preescolares el juego y la actividad física espontánea regularmente activa puede ser suficiente”, pero es consciente de que a medida que aparezcan nuevas evidencias en un futuro próximo pueden cambiar la intensidad y la cantidad de AF recomendable.
Quizás lo más importante de esta guía es que las recomendaciones son de consenso en el Reino Unido y siguen en la linea de las guías más importantes (8); además avanza en consejos concretos abordando la difícil recomendación sobre cantidad e intensidad de la AF por edades, incluso en preescolares donde apenas hay datos valorables.
El punto más débil pero por ahora inevitable es el grado de evidencia en el que se apoyan las recomendaciones referidas a cantidad e intensidad de la AF, sobre todo en edades precoces.
BIBLIOGRAFÍA
1-American academy of pediatrics: organized sports for children and preadolescents. Pediatrics. 2001;107:1459-62.
2-American Academy of Pediatricis. (Leonard H. Epstein, PhD*, Rocco A. Paluch, MS*, Lisa E. Kalakanis, PhD*, Gary S. Goldfield, PhD, Frank J. Cerny, PhD§, and James N. Roemmich, PhD*). How Much Activity Do Youth Get? A Quantitative Review of Heart-Rate Measured Activity. Pediatrics. 2001;108:e44.
3-Pate RR, Prat M, Blair SN, et al. Physical activity and public health : a recommendation from the Centers for Disease Control and Prevention and the American College of Sports Medicine. JAMA. 1995;273:402-07.
4-Cavill NA, Biddle SJ, Sallis JF. Health enhancing physical activity for young people: statement of the UK expert consensus conference. Pediatr Exerc Sci. 2001;13:12-25.
5- Strong WB, Malina RM, Blimkie CJ, Daniels SR, Dishman RK, Gutin B, Hergenroeder AC, Must A, Nixon PA, Pivarnik JM, Rowland T, Trost S, Trudeau F. Evidence based physical activity for school-age youth. J Pediatr. 2005;146:732-7.
6-Council on Sports Medicine and Fitness and Council on School Health. Active Healthy Living: Prevention of Childhood Obesity Through Increased Physical Activity. Pediatrics. 2006;117:1834-42.
7-Aznar S, Webster T. Misterio sanidad y consumo y Ministerio de educación y ciencia. Guía sobre actividad física y salud en la infancia y adolescencia. 2006.
8-World Health Organization .Global Recommendations on Physical Activity for Health.2010.
Revisor : Javier Sánchez Ruiz-Cabello (C.S. Zaidín-Sur. Granada) y Grupo PREVINFAD/PAPPS
Cómo citar este artículo: Sánchez Ruiz‐Cabello J. Revisor. Perlinfad ∙ las perlas de PrevInfad [blog en Internet]. Comenzar y mantenerse activo [31 – agosto–2011] [citado DD‐MM‐AAAA]. Disponible en: https://perlinfad.wordpress.com/
Deja una respuesta